miércoles, 7 de noviembre de 2007

carta incandescente

Juro que todo comenzo cuando bajaba por un amplio terraplen, absorvido por el oscuro rio, que se perdia en la inmensidad de la noche; juraria que por su quietud era un abismo secreto.La luna jugaba a las escondidas y la ausencia completa de luz me hizo temblar el maxilar, agravada las circustancias por el hecho de que mi anatomia caia enloquecida cada vez mas hacia "El".Llega un momento, vio, cuando uno sigue cuesta abajo que el limite entre la tierra firme y el abismo se confunden, pues, siempre uno termina saliendo a manotazos de ahogado o tirando de sus propios cabellos, como cuenta una vieja leyenda alemana.Me sente junto a un arbol y cerre los ojos para endulzarme con la melodia melancolica del silencia, profeta de la verdad.Pense sobre dos o tres idioteces de la vida, por ejemplo de porque las uñas siguen creciendo a pesar de que la carne se descompone, o, sobre porque ese viejo amigo se suicido en silencio, que gran determinacion, ¿no?. Y tambien sobre la tragedia... ja! o sea, sobre mi vida.Este ultimo pensamiento fue, quiza, el mas productivo.En-si, mi vida, estaba dominada por la tragedia, o por la rutina... que de cierto modo representa una condena eterna.Lo mas problematico de esto es que no encontraba la forma de salir de el, ¿entiende?... ahora si la encontre... no se sorprenda... dejeme terminar.Estaba maniatado porque mi corazon la deseaba, eso es costumbre y en ese sentido somos animales puros. Le decia que la necesitaba; masticaba, mi corazon, deseosa de mas, y esa necesidad glotona estaba en medio de un festin.Recuerdo que escuadriñe mis bolsillos, hasta que finalmente encontre la navaja que, simplemente por azar, me habia regalado mi mejor enemigo, y cortandome suavemente talle mi nombre sobre mi brazo... y debo decirle que nombrare nuevamente al azar o a su prima la suerte para decirle que todabia tengo la cicatriz que no ha cerrado, ¿ve?; azar o suerte digo porque hace tres años ocurrio este relato.Si usted viera que poca sangre salia, pero cuanto ensuciaba... ja! ja!... perdon la risa.Luego arroje la navaja al rio, y comenzo la revelacion, el sonido que "roto" que produjo me engatuzo, pero logre perderme en otras ideas.Usted sabra, o sinceramente pudo haberse tomado el trabajo de averiguar mi historia; Soy un hombre preparado, que siempre fue recto, inquebrantable, no elastico, no piense mal.Lo unico que pudo conmigo fue que la rutina se desvio hacia la traicion. No mi perro me festejaba al llegar, el reloj no queria darme la hora, todos los semaforos siempre estaban en verde cuando queria atravesar la calle.Siempre fui docil con mi pareja y hasta la acariciaba o besaba con sentido, pero ahora el rio me mostraba una nueva realidad, la cruda y a priori.Sabe usted que ahi, en el fondo del rio se puede encontrar la creacion misma; revalsaria el rio, usted, con sus lagrimas si viera lo que le estoy revelando. De un momento a otro un pez salto y nuevamente el rio me llamo, me quite la camisa y limpie mi brazo que ardia un poquito, quiza por la breve brisa, quiza porque levantaba polvo invisible.Tire la camisa al agua y me sorprendio ver que existia una fuerte correntada; habria jurado que parecia estancada el agua. Quise tirarme al rio, pero otra melodia me absorbio y me lanzo directamente a "Él".Era el viento que se colaba entre las hojas haciendolas vibrar y si usted escuchara lo que estas decian:"Sh! silencio del almaSh! silencio al tiempoSh! criminal sh! el trompo llamaSh! el trompo aturde sh!".Que lirica.Pero vio usted lo terrible y enigmatico que es el tiempo, es puro azar corre como el rio impaciente y ciego arrastra todo lo que puede y lo que no lo corroe hasta destruirlo. Por eso hay espiritus que son arrastrados y otros destruidos, devorados poco a poco, por el manantial interminable.Pero "Èl" seguia llamandome, ahora, golpeteando contra la costa una y otra vez como un reloj que hace:"Tic-Tac! el tiempo pasa Tic-Tac!"Me desnude, pues mi mente estaba preparada (entiende?), tome una piedra pesada y con una soga que habia robado, la ate a mi pie y comenze a ingresar en o por "Èl". Hasta que el agua me llego al cuello en ese momento con calma, busque una caida abruptada, una "barranca-pique" y solte la piedra... Y el me tiro de los pies hundiendome en su realidad, me hundia y escuchaba voces lejanas y mojadas.Comenze a ver la realidad de la creacion de la que antes le hable, Ay! si... Una galeria exepcional de recuerdos inmediatos de sabores solidos y pasajeros al mismo tiempoo, mi mama cocinando, el olor a pobreza, mi padre castigandome duramente, el dolor de espiritu (no de carne), la impotencia, la frustracion, el amor y la perdida del mismo, y un sin fin de etceteras personales y extranjeros. Mientras que mis pies estaban presintiendo el trafago terreno tres malevos hombre me desataron y me quitaron del rio regalandome una golpiza, al grito de "nos robaste la soga" o algo por el estilos, y siguiron golpeandome, la fiera golpiza fue una salvajada, una maldad... NO!, era: ¡la maldad!. Pues mejor me hubiesen dejado en el fondo del rio donde ya no molestaba a nadie.Comenze a hablarle entre quejidos de la creacion, se que usted no quiere que le hable de esto...Ya lo se. Si hace tres años que estoy aqui encerrado por esa cuestion. Se que de un momento a otro usted rechazara mi libertad, y en un mes estare diciendo lo mismo delante de otro. O que en unos segundos o minutos, ¿a quien le importa? me volveran a encerrar en esa blanca habitacion; pero lo que ustedes no entienden es que cuando cierran la puerta de mi "ergastula" esta se llena de agua y el piso se hace incierto, las paredes se mueven meneando como una correntada y a medida que corre el tiempo o el rio mi tristeza, mi melancolia (esa pequeña piedra organica) me hunde cada vez mas en el fondo eterno y un dia, yo vengativo, no volvere y yacere imperenne en medio de la vida, en medio de la creacion o bañado en mi conciente locura.

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