domingo, 9 de julio de 2017

Sábado 8 de julio.  Me han robado el móvil.  Antonio me había dicho que quería verme.  Pero yo me sentía indispuesta y empecé a medir mi distancia.  Pensé "ya no tengo manera de comunicarme".  Pero mentía.  Corrí a comprarme un nuevo móvil, porque quería saber de él.  Lo amo tanto...
Al fin tengo el móvil nuevo y la recuperación de mi línea, abro los mensajes y está uno de él.  Le contesto y me dice "puedo llamarte?".  Lo escucho al otro lado, su voz es atropellada y angustiada "¿estas bien? No he sabido de ti, leí que te habían robado el móvil y me preocupé mucho.  Le Di muchas vueltas por tu casa esperando verte... hasta tus vecinos me miraban raro.." hablo tan rápido y terminó "me alegra que estés bien".  Yo le digo que estoy a 15 minutos de llegar a casa y rápidamente me contesta "estoy cerca.  ¿Te puedo ver? Quiero saber que estas bien".  Estaba mojado... y no había comido nada... jamás me había sentido tan procurada.  Caminamos a casa de la mano y me hizo muchas preguntas y me abrazo con fuerza al verme bien.
Es tan nuevo esto para mi.  Casi cumplo 33 años y nunca antes me había pasado algo similar..
No se a donde nos lleve esto..  no se si la vida nos colme de momentos como los vividos este fin de semana.  Pero no quiero vivir el pasado ni el futuro, sino el ahora que es tan pleno y novedoso.  Amarte, mi querido Antonio, es una experiencia absoluta llena de gozo.  Ojalá quedemos en un punto suspendidos y no nos borremos en el olvido de la rutina o ella apatía.  Te amo.  Agradecida de tus manos, tu sueño y tu entrepierna enlazando a la mía, agradecida de tus besos y las risas, de tu aliento mientras te miro dormir y tus ojos entendiéndose para recibir mi boca en tu rostro.  Te amo.  Simple y llanamente, te amo.