sábado, 30 de mayo de 2009

Pies para que los quiero.. si tengo alas pa´volar...



Dame una linda razón para no amarte adorada...

Mientras te vas...

No lo entiendo. De verdad. Ha sonado tantas veces el telefono que estoy a punto de desquiciarme. No quiero salir. Todo ese peligro inminente me parece una idiotez, ja. Las noticias inundan mis sentidos, estoy harto de tanta mierda. Es la primera vez que salgo a la calle después de este periodo de éxtasis y lugubre pendejismo. Salí a comprar condones y me presente en casa de M para decirle que cojamos como desesperados. Ella al principio se espanta. Todo ese intercambio de fluidos, me da catedra, le parece que no deberiamos. Los medios le han lavado el coco. Me rio tanto que hasta me hace llorar. Ella se enfada y se mete a su casa. A los 15 minutos sale su hermanita menor (nada más de edad, porque tiene las tetas más grandes) y cierra la puerta tras de sí. Hotel de paso. Somos unos desgraciados. Nisiquiera le piden credencial a pesar de llevar el uniforme de la secundaria. Esta niña.. cuando carajo crecio? esta cada día más linda.. por que no lo había notado. Mientras caminamos a la habitación subimos las escaleras y al fondo se ve una masa de tela manchada de sangre. Ella se pone pálida pero no dice nada. Eso me encanto: su valentía. La tomo de la mano y ella la aprieta con fuerza. Caray.. esta niña es dinamita!! Al llegar al cuarto todo parece tan normal, a excepción de que aquí hay demasiado porno en los canales y huele un poco a lavanda. Un lugar ruín para gente como yo. No sé si ella esta acostumbrada, pero en dado caso no le pregunte. Hay un espejo enorme. Caderas deseables. Cierro los ojos para imaginar que no es tan pequeña. Pero al sentirla sé que no lo es, tiene las perfectas formas de una mujer. Eso me excita demasiado. Estoy al limite. Ambos explotamos. Niña... niña perversa. Fumamos un cigarro. Sabes hacerlo? le pregunto. Ella asiente. Me encanta, habla solo lo justo y elementalmente sabe comprenderme. La abrazo. Tal vez para ella yo solo sea un modo de adquirir experiencia, pero yo aqui dejo una gran parte de mi mismo. Lección numero uno aprendida. Lo hiciste bien, pequeña. Muy bien. Dicen que esta temblando. Pensé que tu perfume me embriagaba... Viva México...

martes, 19 de mayo de 2009

Excusas... baratas y redentoras excusas...

La tristeza es una cosa incomoda. A veces incluso estorba. Me recuerda mucho a mi parte que desdeñaba los momentos vulnerables. No tenía idea de lo mucho que lo iba a extrañar.
Perdí mis escritos. Esto de la tecnología ha superado mis expectativas pero no mis constantes olvidos: perdí mi memoria con cerca de 700 páginas, jah, y sin respaldo. ¿Que terrible, no? Para mi eso fue más perverso que perder mi diario, o alguna pintura valiosa: fue perder mi vida entera. Cosas que no le confesaba a nadie antes. Ideas que fluían con la facilidad de una agûila al aire. Hoy alguien tal vez la encuentre, y no solo eso, las borre para obtener sus respectivas 4 gigas de capacidad. Como si eso no fuera tan terrible, recibo un ultimatum de una persona muy especial en mi vida, deje mi empleo, no tengo dinero, ni expectativas... y me entero que murio Benedetti. Siempre supe que morirìa, pero no queria estar ahi cuando pasara. Me enseño mucho. Es parte de mi misma.. y si el muere, algo de mi se fue con él.
Hoy me abandono en la depresión, en el pensamiento egoista de que el mundo puede seguir su andanza sin la pregunta de que hago o que hare. Siempre pensando en cosas sin sentido, aglutinandome de ideas oscuras mientras me hundo en la mediocridad y el despilfarro. Pienso en sexo, en drogas, en una vida magnifica sin peros o estolas, pienso en la constante y rapida elemental sensaciòn de que uno puede proveerse y desalentarse de cosas insignificantes. Y sigo pensando que no le soy para nada al mundo indispensable. Nadie lo es.

Y el me pregunta "que soy en tu vida?". Nisiquiera pude responderle de un modo adecuado. Nisiquiera sè yo que soy en mi propia vida. Eso ya esta de màs. No? Pero en si. Que monotona es la vida de algunos, que incapaz, que reacia, que absurda y soez. Por màs que quisiera dejar de ser yo misma, transformarme en una persona corriente, me revelo. Mi naturaleza no es tan cauta, es agresiva, es incongruente hasta en sus propios limites, siempre a la espera de encontrar un nuevo agujero nuevo, una gota que colme el vaso, una terrible dolencia. Eso es.

Los trozos, los derrumbes, la espera ineficaz, la intolerancia, el asco, la nausea, todo se conjuga. Y me colma de una amargura nunca antes vista, irrelevante, carente de un sentido propio. Me inunda de una decepcionante caputura y hastìo. Pero entonces surge una especie de esperanza, de irreconciliable alegria que permite que otros momentos afloren: levantarse tarde sintiendose cansado, a punto de morir, sin querer despertar, con un derrame entre las flores y los encinos. He ahi mi vida al tope. Al hilo. Mientras te escucho, mientras te huelo, mientras no puedo hacer nada para curarnos mutuamente. He ahi mi peor derrota: la màs maldita, la màs triste.

Nuestra borrachera fue triste. Yo ya traia a cuestas esta depresiòn macabra. Tu traias algo màsque tu sonrisa y ganas de bailar. Que sè yo. Soy mala interpretando a la gente. Creo que es lo que me hace falta. Un sentido màs agudo para aprender a leer los sentimientos de la gente. Somos ciudades derrumbadas. Cada bala, el armamento, los tanques han dado en el blanco. Nos han derrotado y la gente que habitaba nuestro interior ha huido.

Lo pero de mi es necesitar incentivos para quitar mi dolor. Mi asqueroso dolor. Siempre agudo, siempre tremendo, me toma del cuello, me arrastra a laberintos de mi ser hasta antes deconocidos, me pervierte el espiritu y me congoja. Esto es lo que soy yo. Una borracha maniacodepresiva. Buscando que me amen, pero sin la disposicion para hacerlo.

Mi empleo era una mierda. O mas bien yo soy una mierda y no merezco aplazar y jugar con la vida de los demàs. Soy una persona incompetente. Y es lo demuestra el hecho de que nadie extrañe mis andanzas.

Mala amiga, mala novia, mala amante, mala confidente, mala persona, incluso mala mujer. Soy ineficiente en cualquier aspecto. Tengo todos los defectos del mundo. Como confesarme frente a extraños, involucrarme en sus problemas antes de pensar en los mios, usar el oxigeno de otros. Eso ya en si es injustificable. A veces me dan ganas de morir. En serio. Pero la cobardia se entrevera y ya no tengo tantas guguarinas.

Redundeo.. redundeo... soy fatal...