jueves, 19 de marzo de 2009

HOY EXTRAÑO LO QUE FUI CONTIGO


Se que no he sido suficiente. ¿Y qué? Soy un descarado.
La luz en la mampara me dice que es muy tarde. No puedo apagar las luces hasta estar por completo seguro que llamaras a la hora acordada. Siempre tan fiera, tan banal, tan hipócrita. ¿Por qué al ser humano le gusta jugar con aquel que nos entrega su deseo?
No he podido mirar a otra, aún si no estas conmigo.
Desear es un delito que se impone cuando tu cuerpo no me deja descansar en los brazos de una nueva amante.
Las mujeres son escape, son azar, lujuria infinita, me envuelven en el pánico, me vuelvo estrecho de miras.
¿Te gustaría sentir mi última bocanada de cordura? El teléfono suena. ¿Quién podría ser? Son las dos de la mañana. Es tarde… demasiado… demasiado para encerrarnos en nosotros mismos.
Todavía tengo en los labios el sabor de tu boca mentolada.
Mi vida gira alrededor de tus mentiras.
Me siento honrado. ¿Seré el único? ¿Será saludable hacernos estas preguntas? ¿Cuánto sexo obtengo por un pedazo de hielo? ¿Si te prometo mis ojos renunciarías a tu frialdad por un día? Estoy cansado. El teléfono sigue sonando. Me pregunto si quieres jugar hasta que llegue el ciclo… será divertido estar a tu lado mientras el sol nos roba otro día. ¡OH, mi dilema! Que agradable es darle una oportunidad al que esta a lado de saberme indescifrable. Tu emoción no se parecerá jamás a la mía. Eres droga. Inanimada y liada a la soledad embustera. Si hoy te dejara me destruiría por dentro, aunque viviría muchos años a sabiendas de la delicia que fue la pertenencia, si he de quejarme, soy un penitente nato, pero… ¿y si te dejo?... me convierto en mierda pura… por el contrario, si me quedo me harías trizas sabedor de que algún día te cansaras de aquel juego infame en tu mundo divertido. ¿Me llevas a donde va el eco? Apostaría mi evolución inspiradora a que jamás te habían dicho que atraes a los desquiciados. Los locos tenemos una forma remota de perderse en la derrota de tu aroma. Jazmín, azahar, roca de olvido… como aquella soledad que mata y hiere. No huyas, ven, sé fugaz, pues bien sabes que el tiempo siempre teme al que no se atreva a ser tan vivaz. Poesía de mil anhelos, y sigue sonando mi escape. Interrumpo mi nerviosa visita a tu casa, mi voz no suena como debería, debo recobrar la compostura para que sepas que el día de hoy quiero ser el que lanza la jugada inteligente en las piezas de madera. Lo que esperaba… ha dejado de sonar… eres una Bruja, hoy no tardaste más de 5 minutos en destrozarme los nervios.
No se. Hoy lo siento. Siento que ya la extraño. No se si a alguien o a algo, pero siento que extraño muchas cosas. Tal vez sea la inmadurez con que me he tomado los últimos años. A lo mejor es mi adicción por la pornografía que me ha hecho insensible. Ya nada me toca si no tiene tu gancho al hígado. Todo mutila mi sentir. Me palpo extraño, externamente sé que me hacen falta muchas cosas en este lapso de mi otoño. Ya hasta la felicidad me acompaña sin las fanfarrias belicosas y en el hambre la tristeza jura ser mi amante. Si no conspirara, ¿como debería amarla? ¿Como hago para dejar de extrañarte?..Risa, risa... ¿de que nos reímos cuando contabas una anécdota banal? Lo digo. Te extraño. ¿Habría de hacer otra cosa? Tu sabes... Se dan lapsos incautos en que el extrañar ya es un estado de inerte permanente. Una línea paralela hacia el desastre más difuso y coloquial. ¡Que humano! Cuanta vanidad. Te extraño y lo sabes. Más que extrañarte extraño el sonido de tu risa contagiosa y las lágrimas que provocaste cuando te fuiste con él y no conmigo. Hace siglos y sigue doliendo. Ahora si quiero dormir. No quiero que sepas que estuve pensado en ti más de lo debido… eres capaz de pedirme regalías por no perderte de mi espacio. Nada, en serio, va a cambiar lo que siento por lo que fui cuando estuve contigo.

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