sábado, 24 de enero de 2009

Alone myself... just gonna be...

Estaba sentada en el metro. La gente iba y venía. Hay tanta gente, pensé. Interminables masas humanas con inercia implicita. Nadie es más lento o más rápido, todo estan ahi porque son parte de un sistema comunitario. El sistema funciona, sino fuera así entonces.. ¿Por qué lo seguimos al pie de la letra?

Nadie me mira. Espero paciente una sonrisa, un regalo de pensamiento, una amigable palabra.

Y la prisa sigue (yo tengo prisa, pero hoy me dí la oportunidad de dar una excusa).

Y entonces me llego a la cabeza una idea muy peculiar. Al principio de los tiempos. Cuando no había nada. Nada. Nada. ¿Qué hacía dios?

Y entonces pense Dios estaba solo.

Y la idea de un Dios solo me enternecio sobremanera. Dios que no podía hablarle a nadie. Dios que no podía reír de algo. Dios que jugaba con la arcilla pero a nadie a quién mostrarle. Dios estaba en esa profunda cabilación. ¿Cuando duro Dios en ese espacio reducido a cero?

Y entonces ideo un plan. Hacernos a imagen y semejanza. Y así fue.

Pero Dios sigue solo.

Hoy estamos todos ocupados: el trabajo, la escuela, el desmadre, las pedas, bla bla bla.

Y Dios sigue terriblemente solo.

¿Sera que cuando se aburre nos modifica?

Metodos taimados dirían algunos.. yo lo llamo estrategia desesperada.

Y Dios... Que tristeza me da mi Dios.

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