domingo, 2 de noviembre de 2008

FILIAS

I
Ella lo miro despectiva, sabia perfectamente cuales eran sus intenciones. Él estaba encantado, tenía esa mirada soez e inadecuada de un hombre que le gusta ser complacido. Ella le suponía un reto: misteriosa, iracunda, formidablemente erótica. La mujer que empleas en las fantasías mas convenientes, donde el cielo esta aquí y puede ser tocado entre las llamas mas fulgurantes. El ocaso en sus ojos, esa nube de malicia y desprecio que se leía, bastaba para querer cerrarlos y perlar de sudor su frente. Es una mujer despechada pero con ávidos deseos de ser amada a través de la lujuria. El lo sabia, aunque ella no lo supiera aun. Eso lo ponía en ventaja. Las cosas siempre estaban en una balanza: el poder de convicción y la deslealtad de saberse dueño de cartas favorables. El sexo es una batalla complaciente, peligrosa, morfina pura. Pero si sabes lo que puedes perder y lo que ganas en ello te hace un ajedrecista formidable. Ella le sonríe, lame sus escasas virtudes… y entonces el se pierde mil veces en el laberinto que ha trazado de su ombligo a sus lunares.


II
Ella lo miro de arriba abajo. Estaba deseosa y chorreante.
=Voy a atarte a la cama y solo te dejare las piernas sueltas.
=Te asfixiare con ellas.
=¿Así que tendría que hacer el mete y saca mientras tu intentas matarme?
=Así es, como la viuda negra cariño, el placer tiene su precio... y no es barato
=mmm... ¿como si te violara?
=...Y como si yo te devorara a la vez...
=Mmm, ya se... te amarrare las piernas para que no puedas hacer nada... solo gemir ante mi… Te sujetare los brazos mientras suplicas. ¿Gritarías?
=No, te morderé.
=Zorra peligrosa, o sino dejaría que me enrosques con las piernas, mientras el placer se hace intenso.
=te asfixiaría
=¡¡¡Que mierda!!! Igual te poseeré.
Ella lo mira divertida, el dialogo se torna candente.
=¿Por que hacer el amor conmigo? ...soy letal y odiosa, deberías hacerlo con mujeres menos nocivas
=Me gusta el reto.´
Ella sonríe maliciosa.
=Te ataría las manos a los barrotes de la cama de tal manera que tu cabeza termine contra la almohada, así controlare el ritmo, haré lo que quiera contigo... sujetándote siempre bien las piernas
Ella ríe.
=¿Que harías para defenderte?
=Ponerme veneno en los labios y obligarte a que me besaras
Un gruñido gutural sale de sus labios.
=Golpes, no químicos. Eso es trampa.
=Lo haré de manera moderada. Paralizare tu sistema nervioso... y no es químico, es puramente natural, no se te antoja un cóctel de perdición de vino, veneno y secreciones en la entrepierna de una mujer
El se baja los pantalones para mostrarle el deseo contenido.
=También lo pondría en mi vagina, para que no puedas hacer otra cosa más que aullar de dolor
=Pero igual sigo…
=Empiezo a creer que eres un masoquista.
=A veces… que te parece mi verga en tu culo y una lata d desodorante en tu vagina… y te haría comer una banana.
Ella suelta una carcajada sin poder contenerse más. Incluso a él que esta tan excitado, eso no parece incomodarle. Sin embargo pregunta ingenuamente.
=¿te gusta la banana?
=no, es flácida
=¿Qué te gustaría meterte a la boca?- Un ligero brillo de precaución le hace expresar- mi verga no porque seguro me la morderías
Esta vez no hubo risa, ella estaba quieta y muy seria.
-Así es… ¿No te gusta ser mordido?
= en la verga no, de repente te la terminas comiendo de verdad…¿ y si te metieras un dedo al culo?
=¿o yo a ti?... sinceramente, tengo unas ganas tremendas de meterle el dedo hasta el fondo a un hombre… de violarlo… con la Lengua, con los dedos. ¡Con el puño!
=Hacerlo contigo va a matarme algún día.
=Lo se. Sinceramente, eso espero.

No hay comentarios: