I
Regrese de la visita con el médico. El diagnóstico no fue muy alentador. Cerrélos ojos y pensé "no ahora... por favor, no me hagas esto, maldita sea...".
Anduve con la vista aguitada hasta que llegue a la parada del bus. Esta semana no podría estar peor: Las cosas con Antonio. El trabajo una verdadera mierda, mis deudas que subían como la espuma y ahora con ese problema que se iba a agravar con los años. Las cosas no podrían ponerse peor.
II
Bien. La vida es así de capricaprichosa. Le lanzas el reto y te asfixia con un: si pueden y van a ponerse peor. Me quedé sin trabajo. ¡Mierda! Frustrada le dije cosas espantosas a Antonio y no he vuelto a saber de él en Días. El aparato de oído me va a costar una fortuna y la hipoteca... ¿de dónde demonios voy a pagarla?
Camine al parque que está cerca de casa. Subo al columpio y empiezo a moverme. La gente me mira porque son juegos de niños. Yo ya no siento nada, sólo el correr del llanto y en viento en mi cara.
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