jueves, 10 de junio de 2010

Diario. Parte I

Recuerdo. Páginas que conllevan a preguntas desatinadas. Ejemplo de indesición y de carencia intelectual. Luego me quejo del clima, de mis cambios de estado, de esas subidas y bajadas de animo, esa constante bipolariodad agotadora. Luego pienso.... y existo. Mis ojos tienen la cualidad de observar lo mejor y lo peor que hay en ti. Como si supieran manifestar que la iracunda febrilidad del amor no coincide con el sexo. Y eres mi sexo opuesto. Pienso en ti, en cuanto me gustas, en como me excita el mirarte y estar al pie del cañon de nuestra relación. Amo que me ames con extrema insensates, con insalubridad, con ansia. Y entonces vuelvo a la filosofía de Kant, de Sartre, de WWW. Temores inmaduros. Temores que delatan esa parte tan cinicamente volatil, vulnerable, desnuda, imprecisa e imparcial. Te comparo con un postre de manzanas. Deseas más.. más.. más...

Me iria contigo a donde quieras llevarme. Me entregaría a ti con la condición de que no me mates en el intento de chupar mi sangre o de comerte mis entrañas... me pregunto si los leones y los vampiros pueden convivir en una sociedad que no sea el dilo de la navaja.

Hace tanto que no escribia en mi diario, hace tanto que no me doy la libetad de condensar en palabras esas ideas que flotan y se masturban entre si. Mi talento se seco. Ahora solo quedan las palabras que deambulan sin dueño, palpitantes en mis yemas de los dedos. Imaginate un mundo con la celeridad, con la autoconfianza, con la mancuerna entre el cerebro, el corazon y la parte metafisica. No hay temor al desnudo total. Mis defectos son una timidez natural.. y coincides en mi boca, en mis palabras, en ese abrazo efusivo y caliente.

Pienso en las noches en que era una adolescente y soñaba con escribir en una revista filosofica. Pienso en las tardes nubladas que mis personajes llegaban a mi con una piel y una mente autonoma. Hoy esos personajes se diluyeron en el viento, en las palabras que se mueren y en los hijos que me negue a darles al planeta. Soy perfectamente capaz de inundar con palabras baratas la internet, porque no tengo nada que decir, ni nada que pensar.

Me estoy secando... y aun asi, vieja, marchita, desolada por el sol.. te amo más de lo qeu nunca he amado en toda mi vida. Lo sabias?

1 comentario:

Unknown dijo...

La ventaja que a mi no me gusta el postre de manzana,:p.

¿En que momento dejamos caer nuestros deseos que alimentan el alma sin darnos cuenta de lo que dejamos en el camino, acaso no se percibe aquella pesadez cuando se le dejan caer?

Lo mejor de la muerte es la incertidumbre que le acompaña.