jueves, 14 de enero de 2010

La angustias...je je

Hay días que me levanto y me siento de lujo. Con un jodido buen humor. El sol se asoma y me siento de maravilla... y entonces... entonces me angustio. Me preocupo. Me extraña que me sienta tan bien. Y comienzo a pensar si soñe algo, si la pelicula del día anterior estuvo al menos buena, o si el clima esta más agradable. El sentirme miserable es un mal crónico y de verdad el tener un día bueno me hace pensar que algo malo esta por suceder. Terrorismo psicologico lo llamo. Siempre estoy esperando una bomba! Y entonces me deprimo de repente, me enfado conmigo misma, llego a la conclusión de que soy una idiota exagerada. Una amarguetas de lo peor.

Y entonces me inspiro en personajes destructivos. Aquellos que son incapaces de sentirse satisfechos aun teniendo el amor o el deseo satisfechos. Y pienso en personas realmente hermosas, talentosas, magnificas... que han sido presas de temores insulsos, de pornografía del alma, de agujeros del ser. Y entonces el día se nubla.

Esos personajes son hombres y mujeres que habitan mi cabeza. Por lo regular son personas enfermas: orgullosas, cinicas, febriles, ninfomana, avariciosas. Los pecados capitales deambulan en su ser, les contaminan el alma. Pero su peor pecado es sentirse miseables siendo lo que soy. Es decir, no pueden negar su propia naturaleza, creen que deben seguir sobre la linea trazada, como siguiendo un destino deplorable, con abandono y desden. No intentan rebelarse, no sé si me explico...

Por ejemplo ella. Ella es siempre ella. A veces es morena, a veces rubia. Voluptuosa o común, siniestra o ambigua. Es una mujer elemental: fuego, viento, agua,tierra... sin corazón. O a veces pienso en mi madre. Ella es todo lo que no soy. Y pienso en esas personas que viven cosas duras, escenas tristes y son capaces de entonar una canción optimista y atrevida a la cara de la vida. El descaro de esa felicidad me enferma. Pero no puedo evitar amarla, como todo el mundo.

El hombre que desfila en mi cabeza siempre tiene barba.



FILIAS

Ella lo miro despectiva, sabía perfectamente cuáles eran sus intenciones. Él estaba encantado, tenía esa mirada soez e inadecuada de un hombre que le gusta ser complacido. Ella le suponía un reto: misteriosa, iracunda, formidablemente erótica. La mujer que empleas en las fantasías más convencionales, donde el cielo esta aquí y puede ser tocado entre las llamas mas fulgurantes. El ocaso en sus ojos, esa nube de malicia y desprecio que se leía, bastaba para querer cerrarlos y perlar de sudor su frente. Es una mujer despechada pero con ávidos deseos de ser amada a través de la lujuria. Él lo sabía, aunque ella no lo supiera aun. Eso lo ponía en ventaja. Las cosas siempre estaban en una balanza: el poder de convicción hacia desear un poco más. Él la toma por el cuello y le dice cosas hirientes, obscenas, ella aguanta hasta el último suplicio, con una minúscula gota bailando entre sus ojos.



Ella lo miro de arriba abajo. Estaba deseosa y chorreante.
=Voy a atarte a la cama y solo te dejare las piernas sueltas.
=Te asfixiare con ellas.
=¿Así que tendría que hacer el mete y saca mientras tu intentas matarme?
=Así es, como la viuda negra cariño, el placer tiene su precio... y no es barato
=mmm... ¿como si te violara?
=...Y como si yo te devorara a la vez...
=Mmm, ya se... te amarrare las piernas para que no puedas hacer nada... solo gemir ante mí. Te sujetare los brazos mientras suplicas. ¿Gritarías?
=No, te morderé.
=Zorra peligrosa, o si no dejaría que m enrosques con las piernas, mientras el placer se hace intenso.
=te asfixiaría
=¡¡¡Que mierda!!! Igual te poseeré.
Ella lo mira divertida, el dialogo se torna candente.
=¿Por qué hacer el amor conmigo? ...soy letal y odiosa, deberías hacerlo con mujeres menos nocivas
=Me gusta el reto.
Ella sonríe maliciosa.
=Te ataría las manos a los barrotes de la cama de tal manera que tu cabeza termine contra la almohada, así controlare el ritmo, hare lo que quiera contigo... sujetándote siempre bien las piernas
Ella ríe.
=¿Que harías para defenderte?
=Ponerme veneno en los labios y obligarte a que me besaras
Un gruñido gutural sale de sus labios.
=Golpes, no químicos. Eso es trampa.
=Lo hare de manera moderada. Paralizare tu sistema nervioso... y no es químico, es puramente natural, no se te antoja un coctel de perdición de vino, veneno y secreciones en la entrepierna de una mujer
El se baja los pantalones para mostrarle el deseo contenido.
=También lo pondría en mi vagina, para que no puedas hacer otra cosa más que aullar de dolor
=Pero igual sigo
=Eres un hombre despreciable…
=Me encantaría meterte cosas, hacerte sufrir, que es lo que mereces…
=¿Tu que sabes de sensualidad?
=¿qué t gustaría meterte a la boca?... aum… mi miembro no, porque seguro lo morderías…
=Así es, ¿No te gusta ser mordido?
=En ese lugar... ¡no! de repente te la terminas comiendo de verdad
=¿y si te sodomizara con objetos por atrás?
=¿o yo a ti? tengo ganas de meterle un dedo hasta el fondo a un hombre, de violarlo… con la Lengua, con los dedos… ¡con el puño!
=Ay dios…
Después de un rato, completamente exhaustos…
=Hacerlo contigo va a matarme algún día.
=Lo sé. En verdad, eso espero.

1 comentario:

Hermes dijo...

wow... tu mente es bastante bizarra... tk care, baee ;)