Me besas en todas partes y me siento diminuta, insustancial.
¿Cómo puede la dulzura de tu ser contrastar y a la vez aliviar a mi incesante menosprecio a personal?
A veces pienso que somos tan distintos. Tu eres un hombre fortalecido por la vida y yo me dejo arrastrar por esa deliciosa sincronía de los cuerpos.
Tengo sed, hambre, huelo a ti. A nuestros sexos fundiéndose en la maravilla del orgasmo. Y te siento dentro, y somos uno con la vida.
Luego me topo con el cielo, y me hundo en el universo del deseo nuevamente
Y soy maleable arcilla en tus manos expertas...
Soy lo que quieres que sea: un perro, una gacela o una nada. Un puro nervio que se agita al compás de tu tacto...
Soy.. soy...
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