domingo, 11 de diciembre de 2016

Siempre he creído en el poder místico del amor.  También me he vuelto especialista en su brevedad.  Como cada noche de insomnio, que me arrulló en el recuerdo de tiempos mejores.  Amar y ser amado.  Tan distantes entre sí...tan insolentemente distantes.. .

I
Me subí a tu auto y nos enfilamos  al deseo.  En mi promiscuidad te vería y sólo habría sexo.  En mi pendejez, te quiero como una chingada... ¿Por qué estoy llorando mientras me coges? No soy acaso la nueva yo: la que no se involucra, la que el sexo la vuelve loca, la que sentir lo reduce a un estado animal consciente...
Ya no se.  llegó a mi cama, me abrazo pensando: ya valió madres.  Siempre valgo madre en estos jueguitos.