miércoles, 14 de mayo de 2014


I
Ella lo miro de frente.  Fue clara, contundente.  Me voy.  Fueron sus palabras.  Siempre fui un estimulo, un apoyo, estuve tan cerca, tan constante, brinca y yo saltaba muy alto.  Pero eso no evito que ella dijera esas palabras.  La miré, me sentí miserable.  Quise gritarle de todo, rogar, quizá rogué, no recuerdo.  Pero en ese momento estaba tan afectado que deseaba que ella estuviera bromeando.  No fue así.  Hizo la maleta y se fue a conquistar el mundo.  Yo la seguí cada que podía.  Mi corazón se enfilaba cada vez y estaba presente ante todo, por todo, la alenté, siempre tuve la palabra pertinente y el amor en la mano para ella.

II
Han pasado los años.  Ella sigue en mi vida.  La quiero tanto.  La amo tanto.  Es talentosa y hermosa... la extraño todos los días.  Y la admiro en demasía...