domingo, 18 de mayo de 2008

Cuentos breves... breves cuentos...

I
El amor es a veces una zozobra distintiva. El asnto es, que una necesidad más proxima nos hace relajarnos, pensar
II
La culpa es el elixir que mueve al mundo. Nos hace sentir plenos de desconfianza, despectivos y dramaticos, pero al final, no resuelve en nada el sentimiento de habernos sentido satifechos por la amenaza del ser unos canallas.
III
Conoci a mi abuelo el dia mismo que me fui de su casa. No faltaba mucho para terminar la carrera. Fue mi humillante desafio y su estupido orgullo lo que nos separo. En algun momento gozamos de la perpetuidad del anonimato, ambos estabamos seguros en la ignorancia del otro, pero cuando me entere que esta a punto de morir me senti triste. A lo mejor era que estaba en un desencanto tal, o por si misma, la noticia era puramente desagradable. Lo cierto es que me la pase meditanto todo el rato entre el ir a verlo y enfrentarme a mis culpas o almacenarlo nuevamente en mi historia pasada. No lo sé, aun no lo resuelvo. Me esta matando esta sensacion. A veces me considero un monstruo, una perfecta acotacion entre la maldad y el ansia. Quizá mi instinto de preservacion sería más eficiente si no se perdiera en los laberintos jocosos del arrepentimiento.
IV
Mi papá llamo. Estaba alucinado. Le conto todo a mi hermano y lo hizo llorar. Lo senti mucho por mi viejo, que ya esta grande y no tiene nada. La nada es tan relativa...: no tienes nada cuando estas con tu familia e hijos, intentando lidiar con un mundo nuevo... y cuando ya eres dueño de eso, te sientes defraudado por tu pareja y la abandonas por nuevos horizontes.. y cuando has recuperado la libertad.. te das cuenta que has perdido lo que escencialmente buscabas y que siempre estuvo ahi, pero ahora se ha perdido sin vuelta. Mi viejo, tan cansado, tan desnudo, tan infantil. Su culpa recae sobre todos nosotros. Tiene la perfecta patologia de un completo imbecil. Pero lo quiero y es mi padre, que más se le puede hacer más que sentir lastima entre la extraña mescolanza entre el rencor, el amor, la decepcion y el antagonismo ingrato.
V
Me subi al metro con las lagrimas agolpadas en los ojos. Me mordia los labios para no sollozar. Mi ganganta me dolia, estaba irritada por la presion de no ejercer con naturalidad mis sentimientos deprimidos. Olia a gente, mucha gente. Me subi al vagon con los labios casi rotos, la lengua seca, la nariz constipada, el recelo entre el pelo y la frente. Nadie me miraba. Queria que me vieran, que alguien tocara mi hombro con cariño y derrumbarme hasta la saciedad. Pero nadie lo hacia, todos rehuian mi mirada vidriosa. Me canse al fin, un tipo olio mi espanto y me cedio el asiento. Me recargue en el pasamanos y simple y llanamente solte mis lagrimas en el brazo derecho. Llore como una magdalena. Me dolian, pero las lagrimas salian a chorros en un frente descomunal de cascada. No sabia si mi encuentro humedo era porque tenia ganas o porque soy demasiado teatral. Llore mucho, no sé si me vieron, porque en México nadie mira a nadie. Llore bastante, llore hasta que acabo la linea oasica y tenia ganas aun.. pero al salir se cristalizaron, en una mueca amarga, y se empaño el vaporoso encanto y pocas cosas senti de nuevo para pensar... No pude, simple y llanamente no salieron. Creo que tardaran algunos años en regresar.. en fin, que se les va a hacer.

VI
La abrace con la desesperacion propia de los hambrientos de afecto. Ella me correpondio. Eleve mi espiritu a colinas más altas y evoque simulacros del ser que me pertmitian sentirme liberada. Mi fé consistia en el amor que profesaba: llano, ambiguo, diverso, diferente.
Nuestra rutina era corriente, pero fascinante, las miradas siempre estaban en los lugares adecuados. Era explorar tu cuerpo y tu mente, porque sé ( y sabes ) donde estan mis exigencias más proximas.
Te quiero.. te necesito.. te amo.
Ella comenzo a cambiar, me miraba cada vez más aburrida, insolente, incluso se deleitaba con mi sufrimiento. Eso me mataba pero me atraia a la vez. Soy una palomilla atraida por la flama.
El pero.. no llega, no viene, no va, se destina para distintos caminos. ¿Sera que estoy volviendome ordinaria para ti?
Nada, no quieres ceder. Cede un poco, ¿no corazoncito?
... -Una pausa relajante.
Al fin me dejo. Era natural, las cosas buenas duran muy poco.
Lo que pasa no lo olvido, pero.. hoy la vi y tenia un rostro ajeno al que yo amaba... Ironias de la vida, y pensar que juraba que no podria vivir sin ti. ¡Jah!